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  666
 

DIFERENTES TEORÍAS SOBRE EL 666 DEL ANTICRISTO


EL
666 es más que un número, es el número de la Bestia. La marca de aquel ser, hombre o medio, por el cual, podemos identificar al Anticristo encargado de llevar a cabo la empresa de destruir el mundo. Diversos especialistas entre bíblicos, historiadores e investigadores, han determinado diversas teorías e hipótesis sobre este extraño símbolo dado por el apóstol Juan en su libro Revelaciones, del Apocalipsis.

 

 

 

En este artículo nos ocuparemos de las tres teorías más importantes. Aquellas tres teorías que tienen más difusión en Internet y que tienen igual número de defensores y detractores. Estas son: la teoría de Nerón y del Imperio romano, la teoría del código de barras y por último, la insospechada teoría, de que el 666 sería el número, nada más ni nada menos, que el del propio Papa.

Pero antes, debemos entender claramente, qué dice esta profecía de la que tanto se ha escrito, investigado y polemizado.

La profecía

La profecía, ubicada en el libro Revelaciones o Apocalipsis 13:17,18., escrita por el apóstol Juan, es la siguiente: “Nadie puede comprar o vender salvo la persona que tenga la marca, el nombre de la bestia salvaje o el número de su nombre. Aquí es donde entra la sabiduría: El que tenga inteligencia, calcule el numero de la bestia salvaje, porque es un número de hombre; y su número es seiscientos sesenta y seis”.

 


Nerón y el 666

Podría decirse que “históricamente” esta teoría es de las más creíbles, pues ubican la profecía de Juan en un contexto histórico determinado y en una pretensión o intención clara al momento de dar sus profecías.

Para esta teoría, el 666 no sería sino la marca de un determinado personaje histórico, éste es, César Nerón. El quinto emperador romano y el último de la dinastía de los Julio.

Como se recuerda, en los tiempos en que San Juan escribió esta profecía el Imperio Romano estaba en todo su poderío militar, esclavizando y sometiendo diversos pueblos y culturas conforme iba avanzando su devoradora expansión territorial. Una de las principales víctimas de este imperio, fue sin lugar a dudas, el pueblo judío, que junto con su religión fue perseguida de manera violenta por este régimen.

Nerón era pues, en ese entonces la cabeza máxima de este “monstruo” que amenazaba por extinguir de manera irremediable al pueblo judío. De allí, se estima que la intención de San Juan al escribir esta profecía era clara: Instaba a sus conciudadanos a levantarse en contra de la bestia del mal, que era el Imperio romano y que estaba representada por su emperador, César Nerón.

Esta conclusión esta acompañada además de un cálculo numérico, basado en la suma de 666 que da el nombre de este emperador, en el idioma hebreo.

Si entendemos que en este idioma, César Nerón, sería Qsr Nrwn, tendríamos los siguientes resultados: Q=100, S=60, R=200, por otro lado, N=50, R=200, W=6, N=50, esto daría un resultado total del tan ansiado 666.

 

 





Pero muchos no concuerdan con esta teoría. Como hemos escrito al inicio del artículo, en una parte de la profecía, dice que “nadie podrá comprar o vender salvo la persona que tenga la marca”. Para muchos, esto no tendría nada qué ver con Nerón de una manera directa, así que han desarrollado una teoría, digamos, mucho más moderna, en donde refieren que el Anticristo no es más que la actual economía consumista que el mundo está viviendo en estos tiempos modernos. Dando así a la marca de la bestia, no un sentido histórico sino más bien, uno muy actual y potencialmente próximo.

Esta teoría como hemos dicho se centra en el comprar y el vender, es decir, en el mercado. Los que la defienden, señalan que es justamente el código de barras la fuente de todo el mal que caerá sobre el mundo.

¿Pero en dónde está el 666? Pues el 666 estaría en impreso simbólicamente en el propio código. Mary Steward, una de las promotoras de esta teoría, analizó cada una de las barras que pudo hallar en la cotidianeidad, y notó, que cada una de ellas tenían una particularidad que las asemejaba: al principio de todo código hay una barra doble, más larga que las demás y que no posee un número debajo, justo en el medio, hay otra igual y también existe una tercera al final.

Steward, extrañada por ello, localizó a la empresa diseñadora de aquel código informático y para su sorpresa, aquella barra doble, simbolizaba nada menos al número 6, por consiguiente, tres barras alargadas, significaban tres números 6, que en extensión, resulta el 666, aquel número clave para designar toda aquella mercancía que se comercia en todo el mundo.

El Papa y el 666

Sin embargo, hay algunos a los que tampoco esta teoría satisface, para muchos, la profecía es muy clara cuando dice: “El que tenga inteligencia, calcule el numero de la bestia salvaje, porque es un número de hombre; y su número es seiscientos sesenta y seis “. Esto es, el 666 es el número que representa a un hombre, no a un producto, ni a una barra, ni a mucho menos a un mercado internacional. El 666 es un hombre, y para ellos, este hombre, no sería más que el propio Papa, el llamado representante de Dios en la Tierra.

Haciendo un cálculo similar al de la teoría de Nerón, estos estudiosos en el tema, indican que no se debe tomar el nombre de un Papa específico, sino, el nombre de su cargo, que es “Vicarius Filii Dei”. Así, y tomando como símbolos los número románicos, uno podría sumar el número 666: V=5, I=1, C=100, A=0, R=0, I=1,U=5, S=0 (112) , F=0, I=1, L=50, I=1, I=1, (53), D=500, E=0, I=1 (501), sumado, tenemos la cifra 666.

Sin embargo, esta teoría fue rápidamente desestimada por las siguientes razones: en primer lugar, el nombre oficial del Sumo Pontífice no es Vicarius Filii Dei, sino, Vicarius Christi, segundo, resulta muy forzado decir por ejemplo que en la unión “VICARIUS”, la “U” (que toma el valor de “V” es decir 5) es considerado como V y no IV, porque anterior a este número está la “I”, es decir, ya no sería 5 sino 4 el valor. Y por último, un sacerdote investigó a la promotora de esta idea, quien se llamada Ellen Gould White y para su sorpresa, su nombre sí resultaba 666, con lo cual, cabe la pregunta si ella también sería la bestia citada en la profecía.

Conclusiones

Como siempre hemos dicho, en esta página buscamos que el lector sea quien juzgue por propia curiosidad, interés o conveniencia, para nosotros, ninguna de estas teorías resulta explicar de manera fehaciente a quién se refería San Juan cuando realizó su profecía, y lo más probable es que por lo menos esta “revelación”, nunca se nos sea entregada.




El Código de Barras
 
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